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La corteza del lactante

La corteza del lactante es una afección de la piel que ocurre con mayor frecuencia en bebés y niños pequeños. Se caracteriza por la aparición de pequeñas escamas o costras en la piel de la cabeza, el cuero cabelludo y el rostro. Esta afección es común y desaparece por sí sola a medida que el niño crece.

¿A qué se debe la corteza del lactante?

La corteza del lactante se debe a la falta de madurez de la piel y no es contagiosa. Aunque es más común en bebés recién nacidos, también puede ocurrir en niños más grandes. La piel del lactante es muy fina y sensible y puede ser propensa a la deshidratación ya la irritación por el pañal. Además, el cuero cabelludo de los bebés es muy graso y puede obstruir los folículos pilosos, lo que puede provocar la formación de escamas.

Aunque la corteza del lactante no es peligrosa, puede ser muy molesta para el bebé y puede causar picazón y comezón. Por esta razón, es importante tratarla adecuadamente para aliviar los síntomas y prevenir infecciones.

¿Cómo tratar la corteza del lactante?

Para tratar la corteza del lactante, es importante mantener la piel del bebé limpia y seca y evitar el exceso de calor y humedad. También se recomienda cambiar a menudo la ropa del bebé y utilizar ropa suave y de algodón. Los baños diarios con agua tibia y un jabón suave pueden ayudar a mantener la piel limpia y suave, y a evitar el exceso de aceites.

En casos más graves de corteza del lactante, es posible que el médico recete una crema o una pomada para ayudar a calmar la piel y acelerar la curación. También se pueden recomendar cambios en la dieta del bebé, como la eliminación de la leche de vaca o la introducción de alimentos hipoalergénicos.

En general, la corteza del lactante es una condición común y temporal que suele desaparecer por sí sola con el tiempo. Con un cuidado adecuado de la piel y la atención a los factores desencadenantes, los padres pueden ayudar a aliviar los síntomas y acelerar la curación.

Consejos:

  • Mantenga la piel del bebé limpia y seca. Lave la cabeza del bebé con un jabón suave y séquela cuidadosamente.
  • Use una crema hidratante para prevenir la deshidratación de la piel. Aplique la crema en la piel del bebé después de bañarlo ya lo largo del día según sea necesario.
  • Cambie el pañal del bebé con frecuencia.

Afortunadamente, la corteza del lactante es benigna y generalmente desaparece sin tratamiento en unos pocos días o semanas. Sin embargo, puede ser molesta y a veces dolorosa para el bebé, por lo que algunos padres optan por tratarla.

Te aconsejamos, como siempre, utilizar los productos que mejor se adapten a la piel sensible del bebé. Nosotros siempre optamos por los productos ecológicos, sin parabenos y respetuosos tanto con el pH de la piel de nuestro bebé como con las pieles más sensibles.
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